El diseño de autor, un sector que mueve millones en el país

Tiene todavía pocos años de vida en la Argentina, pero emplea a unas 3.256 personas en alrededor de 150 empresas. El fenómeno, bajo la lupa de los especialistas Los diseñadores independientes están por todas partes. Por si caben dudas, basta con mirar alrededor: las calles, los espacios públicos, las ferias, las redes sociales y hasta los centros comerciales empiezan a verse invadidos por quienes llevan la bandera de la originalidad y la innovación. Según un relevamiento realizado por el Observatorio de Tendencias INTI y la Fundación Pro Tejer, el diseño de autor se posiciona en la Argentina como una fuerte generadora de empleo. Los datos indican que existen unas 150 empresas donde directa e indirectamente trabajan 3.256 personas. La industria está cada vez más favorecida: factura $250.000.000 anuales y el 27% de las empresas exportan su producción principalmente a Latinoamérica, Europa y Asia, indicó el estudio. “El diseño de autor es muy importante, es parte de una industria creativa, que genera un impacto en la economía y a la vez se nutre de la cultura del país. Eso tiene mucha identidad, mucho valor agregado”, destacó Sofía Marré, de la Fundación Pro Tejer, en diálogo con Infobae.com. Estos diseñadores se diferencian de las tendencias internacionales a través de la investigación morfológica de las prendas, las texturas y los materiales, volcando una impronta personal en sus creaciones. Por su parte, Min Agostini, destacada creadora, comentó que el diseñador independiente “es un emprendedor apartado de los cánones de la moda. Es quien quiere encontrar su propio camino, quien tiene identidad propia”. A través de micros y pequeñas empresas, los creativos apuestan a hacer crecer sus negocios vendiendo sus prendas mayormente en el mercado nacional en las principales ciudades del país, como San Miguel de Tucumán, Mendoza, Rosario, Córdoba y los barrios de Palermo, San Telmo y Recoleta de la Ciudad Buenos Aires. Del total, el 27% exporta su producción principalmente a Latinoamérica, Europa y Asia. “En la Argentina es impresionante la creatividad de la gente. Y lo bueno es que el país da muchas posibilidades. Creo que hubo un quiebre después de la crisis del 2001. Como hubo menos importación, quedó un hueco para que se metan los diseñadores locales. Al mismo tiempo, esta crisis generó que mucha gente se quede sin trabajo y se reinvente diseñando ropa”, añadió Agostini. También sostuvo que el producto argentino es muy valorado porque, además de diseño y calidad, tiene un valor agregado artesanal en géneros y terminaciones. Para Marré, el diseño de autor es un sector joven, “porque más del 80% arrancó en el 2001, cuando empezaron a surgir estos emprendedores que en su mayoría son microempresas. Lo notorio de esto es que en estos 10 años ya son unos 150 diseñadores que han sido relevados como parte de este sector”.