Timerman rompió el "pacto de no agresión".Pese a haber acordado con el presidente uruguayo José Mujica "no caer en provocaciones", el canciller argentino Héctor Timerman cuestionó el secreto bancario impuesto en Uruguay, y aseguró que "conspira contra el buen gobierno".
Luego del acuerdo alcanzado el pasado domingo para el monitoreo de la pastera UPM (ex Botnia), Timerman mantuvo una "larga conversación" con el presidente uruguayo, y allí intentaron limar asperezas, principalmente luego de las duras declaraciones de Mujica en las que afirmaba que "Argentina es un país partido al medio".
Sin embargo, parece que la tregua duró poco. Es que en el seminario "Crisis mundial. Antes, ahora y después" realizado en el hotel Alvear de Buenos Aires este lunes, y que fue organizado por la Cámara de Comercio Argentino-Uruguaya, la Fundación Círculo de Montevideo y el Consejo Interamericano de Comercio y Producción, Timerman envió un mensaje cuyo destinatario, según muchos interpretaron, es el gobierno de Mujica.
Según publica el diario El País, el jefe de gabinete de la Cancillería argentina, Antonio Trombetta, leyó un discurso del propio canciller, en el que afirmó que "el secreto bancario promueve la fuga de capitales y conspira contra el buen gobierno".
Esa frase fue interpretada por varios de los presentes como una clara crítica al sistema que rige en Uruguay, más aún cuando Argentina reclama tener acceso a la información sobre el dinero de sus ciudadanos depositados en la plaza local.
Actualmente, el régimen de protección de reserva de información de los depositantes en Uruguay es muy fuerte. Para levantar el secreto bancario se precisa una orden judicial por denuncia de defraudación tributaria por la vía penal. Y pese a haberlo insinuado durante la campaña electoral, Mujica no lo eliminó, aunque sí promovió una flexibilización.
Los dichos de Timerman se suman a las rispideces surgidas en los últimos días por los dichos de Mujica, que no cayeron nada bien en el seno del gobierno de Cristina Fernández. Incluso, y pese al plan mediático para atenuarlas, desde el Ejecutivo aseguraron estudiarán la situación, y no descartaron la vía diplomática para solicitar explicaciones.
Ahora, las declaraciones de Timerman vuelven a encender la mecha con el gobierno uruguayo. Habrá que ver cuáles son las repercusiones, y si hay alguna respuesta del otro lado de la orilla.
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